Ya cayeron las primeras gotas de cristal gris, después de tanta algarabía el veranito al fin terminó, hay que desinflar la piscina y sacar el poncho. Ya es hora de calentar el cafecito, sentarse frente a la ventana, suspirar y ver el gigante gris llorar toda la tarde en el horizonte. Ya es hora.
Solo queda una ultima caminata con libros bajo la chumpa y volveré a la pluma, lo prometo.
Paolo Grimaldi
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