jueves, marzo 01, 2012

Crítica a una crítica: respuesta a "Grupo Intergeneracional"


Grupo Intergeneracional, o debería ser más específico y decir los líderes de opinión Andrés Zepeda, Heini Villela, Mario Roberto Morales y la masa de seguidores no tan críticos que los siguen y se hacen llamar grupo Intergenercional, han planteado interesantes preguntas en su debate ¿Guatemorphosis o Guatepsicosis? Es mi intención dar mi opinión imparcial, en la medida de mis limitaciones, a sus cuestionamientos.
En resumen y obviando intencionalmente su menosprecio a las actividades de marketing social, que dicho sea de paso no comprenden a cabalidad, podemos decir que su crítica se resume en la pregunta: ¿Son las campañas de marketing social contraproducentes al “idiotizarnos” creyendo que un cambio de actitud personal es capaz de solucionar los problemas de fondo de Guatemala? Interesante pregunta, que intentare abordar desde mi perspectiva, pero antes abordare sus criticas que a mi parecer son erradas y superficiales, las cuales pude escuchar en la versión de radio online.
Las “marcas” presentan una campaña de marketing social como satisfacción psicológica a los “buenos ciudadanos” que no tienen acceso a la esfera política.
Interesante planteamiento, sin embargo lo abordan en un plano muy superficial haciendo los siguientes comentarios:
“Nos dicen que comiendo una hamburguesa vamos a ayudar a disminuir los problemas de educación en los niños” Las campañas de marketing social no tienen como fin el consumo directo, regresando al caso Pepsi, ¿De verdad cree Grupo Intergeneracional que Pepsi fomenta el turismo externo e interno en su anuncio para vender mas latas? El fin del marketing social es la fidelización al incrementar la simpatía con la marca (Si comprendieran eso entenderían el porque la censura y hubieran planteado su critica de otro modo, haciendo notar que estoy totalmente en contra de la censura) adicionalmente, las marcas del siglo XXI han comprendido que el bienestar de la sociedad reditúa en bienestar económico.
“La realidad que yo conozco es que ese lago (el del anuncio) esta lleno de bacterias porque no se ha hecho el trabajo político” Este es un error más grave que el anterior y muy típico del pensamiento latinoamericano que sigue persistiendo en la idea de gobierno = papá. Le regreso las preguntas a Grupo Intergeneracional ¿El lago está contaminado por la falta de leyes que regulen y plantas de tratamiento estatales o por la falta de responsabilidad de los habitantes aledaños que lo contaminaron? La camioneta sucia y a exceso de velocidad que mencionaron… ¿Está sucia porque emetra no ha puesto leyes de limpieza y no multa adecuadamente? o ¿Está sucia porque la gente carece del valor de la limpieza y el piloto de la responsabilidad vial? ¿Creen ustedes que los países sin delincuencia son producto de mejores leyes y policías? La solución no es limpiar, es no ensuciar y en este plano es donde más difiero de ustedes y más me acerco a la perspectiva de Pepsi, el cambio social SI comienza con el cambio individual, no al revés. La esfera política y su carencia de valores éticos son un reflejo de la sociedad.

Ustedes dicen “Guateamala, Yo Asumo, Yo construyo mi futuro nos presentan una Guatemala distante, es casi un juego perverso por darle al guatemalteco la llave y responsabilidad de las transformaciones” La guerra civil guatemalteca creo una clase de “académicos”, muy cultos empero cegados por el resentimiento que viven separando a las dos Guatemalas. En su mente solo existe el pequeño grupo que controla y el gran grupo pisoteado. Lastimosamente este grupo de “académicos” representan el liderazgo de opinión de mucha gente que comparte su resentimiento. Muchos de los movimientos de mencionan tienen la participación de jóvenes que afortunadamente no vivieron el trauma de la generación que los precede, jóvenes que aún creen que el cambio está en sus manos porque nunca tuvieron un catedrático san carlista que les hablara de la “burguesía”. Jóvenes que el grupo “Intergenaracional” no soporta por la sencilla razón de que siguen creyendo que la única salida al dilema político es el cuento que les vendieron.

Regresando a la pregunta original creo que debo darles la razón, aunque no hayan sido ustedes capaces de respaldar su excelente cuestionamiento crítico. Marx dijo alguna vez que la religión es el opio del pueblo al ofrecerle esperanzas inexistentes al proletariado y mantenerlo dócil. Es innegable que toda esperanza lleva implícita una pasividad mental y espiritual, los movimientos que ustedes mencionan incluyendo el referido anuncio les brindan a los jóvenes y a los que no están permeados con el dogma revolucionario, la esperanza de un futuro mejor. Les brindan un sentimiento de poder sobre su destino y les dicen lo que ustedes “grupo intergeneracional” no soportan: que el cambio está en sus manos, que no es necesario ser diputado, presidente o ministro para cambiar Guatemala, refutando irresponsablemente a Marx que pretendía el juego dialéctico a través del cambio del poder gubernativo constante.
En esta ocasión y haciendo alarde de mi juventud responderé, con el mismo chocolate, lo que algún día dijo una “marca” para respaldar la visión de Steve Jobs y de la mano del gran Lee Clow: “…because the people who are crazy enough to think they can change the world, are the ones who do”.

Paolo Grimaldi