martes, abril 04, 2006

Continua...

Sus ojos vagaban perdidos en el interior del baño de la corte. Fumaba el Malboro de las 11 de la mañana y se preguntaba, una vez más, lo que se había preguntado cada día durante los últimos 10 años. ¿Qué sentido tiene mi vida? La ley, que había sido su pasión en los años de juventud la tenía decepcionada. La ley era solo un instrumento más de abogados litigantes que jugaban a las damas con criminales. Ella se sentía un títere, un maniquí que debía ser convencido por dos mil pescados… Inhalaba… y cada bocanada de humo gris, calmaba poco a poco su ansiedad y frustración. Afuera el ruido era típico, se oían pasos gritos, papeles y más de alguna madre desconsolada por la injusta captura de su hijo que nunca ha cometido delito alguno.

- Señorita, disculpe donde encuentro la oficina de la señora Juez
- Aquí es, yo soy su asistente Elisa… dígame en que le puedo servir.
- Necesito hablar personalmente con el Juez
- Me temo que eso será imposible, ella no recibe a nadie en su despacho sin cita previa.
- Hmmm es algo bastante personal pero…. ¿le podría dar mi mensaje? ¡Es urgente!
- Claro que sí dígame..
- Represento legalmente al señor Edgar Cisneros, el mismo que ella sentenció a 15 años de prisión por narcotráfico y lavado de activos hace 2 semanas. El señor Cisneros está planeando apelar la decisión aduciendo incompetencia por parte del la señora Juez, y es muy importante que yo hable con ella antes de la apelación.
- Yo le entrego el mensaje.
- Gracias y feliz tarde…

La hemorragia por fin se detenía, no así la preocupación de Pablo, que por unos momentos le había hecho olvidar su tragedia con Arianna. Pensaba que sucedería si el misterioso hombre falleciera ahí con el. Ya imaginaba los titulares de los periódicos al dia siguiente "Cadáver encontrado en la casa de la Juez Penal" " Hijo de la Juez acusado de asesinato"


- ¡No la lastimen!
- ¡¡Ciérrale la boca a ese viejo imbécil!!
- …..
- Aquí esta bien… Nadie encontrará el cuerpo
- Y que hacemos con el viejo??
- Ese viejo ya está muerto con la paliza que le diste. Vamos a tirarlo a la casa del Skipy, para que vea la obra del nuevo clan.
- ¡¡¡Señor!!! ¡¡¡Señor!!! Despierte… es solo una pesadilla. Está delirando.

continuará...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me parece que a tan corta edad ya conoces las penas y los sinsabores de esta bella vida.

Paolo Grimaldi dijo...

Gracias por el comentario.