miércoles, agosto 23, 2006

Suicidio de un Blogger

Decidirse a escribir y afrontar con coraje la hoja en blanco (sea papel o pantalla) es como lanzarse a un barranco sin paracaídas, esperando que tu camisa se infle y milagrosamente te salve del ranazo que te vas dar al leer tu texto. Te lanzas, vas en el aire, ves hacia abajo y comienza el cosquilleo en la panza y los instantes de vértigo... Pero luego como si nada vas por la quinta línea, todavía con la boca seca, los dedos temblorosos y el colon irritado pero ya es la quinta línea. Empero la odisea no termina ahí. Vas ya a medio camino, has tomado aviada, como dicen,e ingenuamente empiezas a creer que estás tomando vuelo. Comienzas a ver que las letras se vuelven palabras coherentes y estas a su vez, oraciones con sentido.
El éxtasis dura poco pero te ilusionas con que el párrafo final será una amalgama de significados sublimes.

Después viene el ranazo.

Paolo Grimaldi

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja, muy cierto es, pero asi es la vida del escritor, ya sea en papel o pantalla.

Paolo Grimaldi dijo...

hehe, gracias por el comentario Chema... supongo debio llamarse gajes del oficio jaja.
Saludos

Alba Nydia Perez dijo...

Asi como puede venir el ranazo tambien puede venir el trofeo, el Premio Nobel, si no ahi tenemos el ejemplo de muchos premios nobel que principiaron creyendo que se darian el ranazo y lo que obtuvieron fue laureles.
Animo, vas por buen camino.

tula