Como seres vivos somos parte de un delicado tejido y como seres humanos debemos comprender que la vida de nuestros hijos depende de todos los eslabones que la sostienen. Estos son frágiles y delicados. Al hombre, que la naturaleza le ha dotado de una inteligencia superior, le ha sido heredado el privilegio y la obligación de cuidar el balance natural. Desde la pureza los cristalinos ríos que bañan la montaña y el valle, hasta la acidez de la lluvia que refresca los bosques. Desde el nivel de oxigeno y dioxido de carbono en aire hasta la fertilidad de los suelos. Desde la temperatura de los cuerpos de agua hasta la integridad de los cascos polares. Desde los organismos en su más simple expresión natural hasta la protección del complicado sistema del tejido de la vida.
Amigos... Inclinemos la balanza.
Paolo Grimaldi
1 comentario:
Ojala y hubieran millones de personas con esta actitud y un estilo de vida acorde a mantener el equilibrio y los sistemas vitales de la vida.
Hagamos juntos la diferencia!!
tula
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