jueves, julio 20, 2006

La Moraleja de la Manzana Podrida

El mundo en que vivimos y su realidad es completamente impredecible en todos sus aspectos, desde la forma en que terminaré este párrafo hasta el sitio donde estaré mañana a la misma hora. ¿Quién puede predecir cualquier acontecimiento exactamente?
¿Qué es certero? Si incluso las leyes más básicas de la ciencia apenas y se aproximan en la predicción de cualquier evento…

Dice la historia contada por las lenguas negras, que estaba Isaac Newton dos semanas después de recibir el manzanazo, con la misma fruta aunque algo podrida, sentado en la azotea de una iglesia londinense. Después de días de cálculos y muy seguro de lo él llamaría "leyes de la física", estaba preparado para comprobar su infalible teoría. Se aproximó a la orilla de la azotea con manzana y reloj en mano, vio hacia abajo, extendió su brazo, tomo un breve suspiro y soltó la manzana al mismo tiempo que el segundero de su reloj inició la cuenta del nuevo minuto.

Casi un segundo después de soltar la dichosa fruta, un gigantesco y sagaz pájaro la intercepta y la engulle en su buche mientras se aleja presuroso. Newton la ve con rostro atónito y también algo molesto, inquieto… insultado.

Sir Isaac Newton lo pensó por un momento en esa azotea pero nunca quiso comprender que las leyes del hombre son meras posibilidades en la naturaleza.

Paolo Grimaldi

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