jueves, diciembre 20, 2012

Los caminos agrios de la razón

Erase una vez dos pueblos vecinos, llamados Razón y Emoción que compartían el agua de un solo pozo, ubicado justo en la frontera de ambos. La temporada era muy seca y un mal día el pequeño pozo no pudo proveer agua suficiente para que los habitantes de los dos pueblos estuvieran satisfechos.

El rey de Razón reunió a los hombres más inteligentes de su pueblo para ir al pozo y resolver el problema. Se realizó un consejo democrático y la mayoría de los habitantes concluyeron que este no era un problema que un sólo hombre o mujer podía resolver y decidieron enviar a los especialistas: iría aritmética que era muy buena en situaciones en donde debía dividirse un bien. Iría también Lógica que tenía mucha habilidad en decisiones difíciles e iría Lingüística que seguramente hallaría la forma de negociar.

Mientras tanto en Emoción sucedió algo muy diferente, en el pueblo todos sabían de antemano quién debía ir a resolver la cuestión. Se hizo el llamado y desde una preciosa aldea en la montaña Corazón bajo Amor. Todos los habitantes de Emoción se hicieron a un lado y guardaron respetuoso silencio mientras amor avanzaba hacia su deber.

Al llegar todos los designados al pozo fronterizo, los representantes de Razón, que eran muy diplomáticos, cedieron a Amor la primera palabra. Y habló Amor: "Queridos hermanos, yo veo una sola solución para nuestro problema, debemos unirnos todos y hallar la forma de cooperar para consumir menos agua, mientras llegue el invierno."

De inmediato y con mucha listeza Aritmética refutó a Amor diciendo que éste era un problema de división y no de unión. Lógica agregó que no solo este era, en efecto, un problema división, si no que además era necesaria una redistribución y que lo lógico era que su pueblo necesitaba más agua. Lingüística utilizó el mismo lenguaje del Amor y le dijo "Por favor, cooperen con nosotros y permítannos distribuir mejor el pozo." Amor se sitió feliz porque pensó que todos se habían entendido.

Pasaron los meses, muchos habitantes de Emoción murieron de sed y Amor cayó en ridículo por su incapacidad para resolver los problemas. Ahora corren los rumores por Emoción que hay un nuevo candidato indiscutible para la resolución de conflictos, se llama Odio.

Paolo Grimaldi

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